domingo, 18 de abril de 2010

CARTA A DON DIAZ




Desestimado expresidente Gustavo Díaz Ordaz:

Primero que nada déjeme contarlo que una ironía de la vida me hizo conocer su nombre desde el momento en que aprendí a leer, y más específicamente, cuando leí por primera vez mi acta de nacimiento. no se espante, usted afortunadamente, tanto para usted como para mi, no es mi abuelo, tan solo el lugar donde nací tiene su nombre: Villa Gustavo Díaz Ordaz.

Disculpe por el retraso de casi un mes de la presente carta, pero es que el día que debí de habérsela enviado (2 de octubre) me encontraba muy ocupado pensando en lo que significa ser joven en este año de 2009 y lo que involucraba en aquel 1968. Pero eso es harina de otro costal, los motivos de esta carta son algo diferentes

No creo que exista un infierno, y si es que existe tan solo espero que ud. este ahí pagando por lo que hizo en vida, aunque quizás su currículum le permite tener un puesto administrativo en semejante institución. Seguramente usted se ofende, todos sabemos que siempre fue de caracter voluble, me dirá que soy un joven desenfrenado, que por mis acciones (en este caso mis escritos) debo de necesitar una buena dosis de disciplina y que mi mente ha sido corrompida por las ideas comunistas (por cierto, Fidel aun gobierna en Cuba). Pero le recuerdo que la verdad no duele pero incomoda, y como tan solo deseo incomodarlo este donde este (debido a que por su condición de occiso no puedo castigarlo como se merece), me dare el placer de proseguir.

Sus defensores, por que los tiene (entre los que se encuentran algunos priistas que añoran los viejos tiempos del poder absoluto y de la política de "Pan y Palo", su sobrino "Chespirito", la Tigresa y -algunos dicen- el actual Secretario de Seguridad Pública), insisten en sus logros:

1. Gran crecimiento económico.
2. México se convirtió en el primer país latinoamericano en organizar los juegos olimpicos.
3. Salvar a México de la conjura comunista.

Nadie duda de los dos primeros, incluso en el segundo punto hay que reconocer que es la olimpiada en que nuestro país ha tenido sus mayores logros. En cuanto al tercero, ahora estamos lo suficientemente informados para saber que era una vil mentira, las conjuras comunistas eran el argumento perfecto, tanto para ud como para cualquier régimen autoritario, para aislar, relegar y en sus casos eliminar a todo aquel que representara una amenaza, no contra el país, sino para los interés de una clase política que ya para entonces había olvidado el espíritu de servicio a la población.

Pero aun así no podemos negarle los dos primeros, fue un buen administrador, un administrador que mantuvo en orden y en crecimiento a la empresa, aunque haya sido a costa de reprimir. Estos logros, y el que usted sufriera de "El Sindrome del Feo", podrían haber hecho que toleraramos el que ud haya sido:

-Discípulo del General Maximino Avila Camacho.
-Despota y autoritario con el que se le pusiera enfrente.
-Enemigo acerrimo de los movimientos sociales.
-Hipocrita y traidor (¿Se acuerda cuando "extendio la mano" al movimiento estudiantil). -Informante de la CIA antes y durante su presidencia.
-Un paranoico que veia en todo aquello que se le opusiera una "conjura comunista".

Usted nos dira que tan solo fue un ser humano,un ser humano con un poder enorme, pero que ello no lo separa de dicha condición. Podriamos entenderlo y quizas hasta absolverlo, pero nunca se le perdonaran los eventos del 2 de Octubre de 1968. Este país lo ha condenado desde hace decadas a ocupar un lugar junto con Santa Anna, Iturbide, Porfirio Díaz y Victoriano Huerta en el basurero de la historia. Jamas nuestra nación lo absolvera de la muerte de cientos de estudiantes y de los miles de ciudadanos cuyo unico crimen fue el de estar cerca de Tlatelolco al momento de que usted prefirio usar la fuerza bruta en lugar del dialogo civilizado; Cuando prefirio el cruento sonido del fusil al calido hablar del estudiante; Cuando las palomas blancas de la paz y la fraternidad fueron sustutuidas por los aviones militares internandose cien kilometros mar adentro con la misión de arrojar cientos de cuerpos al mar, sirviendo de comida para los tiburones; Cuando usted lego a México uno de los episodios más tragicos de su historia, en vez un gran salto en el andar de la democracia; Cuando usted decidio pasar a la historia más como verdugo que como verdadero presidente de México.

Me despido de usted, si esta usted en alguno de los tantos infiernos de las diversas mitologías existentes, solo espero que sufra el peor de los suplicios disponibles. Si en realidad nada de eso existe, no se preocupe, los mexicanos seguiremos mancillando su memoria en lo que nos quede de existencia.

Disparos (Puesto que solo eso podria hber entre nosotros, me daria asco enviarle un saludo o un abrazo).

Atte

Iván Cervantes Rascón

Posdata: Pongase de acuerdo con Antonio, Agustin y Porfirio para que le hagan un lugar a Salinas.

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