Nació el 12 de marzo de 1911 en San Andrés Chalchícomula
Parte del gabinete del Presidente López Mateos
Gustavo Díaz Ordaz estudió en la Universidad de Puebla. Desempeñó varios cargos públicos en la entidad poblana antes de entrar a formar parte del Congreso Nacional, primero como diputado (1943-1946) y después como senador (1946-1952).
En 1958, Díaz Ordaz fue nombrado secretario de Gobernación, durante el mandato del presidente Adolfo López Mateos y llegó a ser considerado uno de los líderes de la facción conservadora del Partido Revolucionario Institucional (PRI); como tal, alcanzó la Presidencia de la República en 1964.
El gobierno de Díaz Ordaz fomentó el desarrollo económico de México, impulsó un plan agrario integral, la industrialización rural y las obras de irrigación. Firmó el Tratado de Tlatelolco para la Proscripción de las Armas Nucleares en América Latina.
Durante su mandato, se enfrentó a una serie de huelgas estudiantiles que culminaron en los sangrientos sucesos de Tlatelolco, en octubre de 1968, poco antes del inicio de los Juegos Olímpicos que tuvieron lugar en la ciudad de México; fue muy criticado por la dura represión de las manifestaciones de los estudiantes, en las que murieron cerca de un centenar. Díaz Ordaz fue el primer embajador de México en España, en 1977, al reanudarse las relaciones diplomáticas entre ambos países, tras 40 años de interrupción de las mismas.
Gustavo Díaz Ordaz fue nieto del general José María Ordaz, gobernador del estado de Oaxaca, muerto en campaña contra los conservadores de Cabos y Vicario. Sus padres, personas de clase media, se trasladaron a Oaxaca donde Díaz Ordaz hizo sus estudios primarios con buen aprovechamiento y muy buena conducta.
Gustavo Díaz Ordaz perteneció a una familia tradicional poblana con extensas ramificaciones en Oaxaca y descendientes que habían figurado en la vida del país prácticamente desde la colonia. El origen de ella se atribuye a Diego de Ordaz, el capitán del ejercito de Hernán Cortés, enemistado con el conquistador de la Nueva España en la campaña de Tlaxcala. Diego de Ordaz fue obligado por Cortés a acometer la empresa suicida de ascender al volcán Popocatépetl, de la que salió ileso para asombro de sus compañeros de armas.
Su padre, Don Ramón Díaz Ordaz, era empleado municipal de San Andrés Clachicomula, apartada población de la Sierra de Puebla, hoy llamada Ciudad Serdán, en recuerdo de Aquiles Serdan, mártir de la Revolución. Ahí, en San Andrés, nación Gustavo, el segundo de una familia de tres hijos -dos varones y una mujer-. En plena efervescencia revolucionaria, efectuó sus primeros estudios para trasladarse en la época obregonista a la capital del estado donde a la sombra de unos parientes paternos continuaría su preparación.
En 1931, cuando gobernaba al país Pascual Ortiz Rubio, el joven Gustavo Díaz Ordaz junto con Bolaños Cacho obtenía su titulo de licenciado en derecho en la Universidad de Puebla. En ese entonces, la figura prominente del estado en la política era Manuel Avila Camacho, el general que había luchado en contra de los cristeros y en la sofocación del estallido escobarista.
Gustavo Díaz Ordaz, dedicado estudiante, trabó amistad con el que más tarde sería gobernador de su Estado, Juan C. Bonilla, y a través de él, con el propio Avila Camacho. En su juventud y a lo largo de su carrera obtuvo puestos modestos y sin ninguna importancia trascendental.
Frío, puntual y dedicado estudiante, entregado al trabajo y casado ya con Doña Guadalupe Barja, una dama de la sociedad poblana, Díaz Ordaz, veía una carrera ascendente, firme en la política de su estado, carrera que combinaba con su actividad docente en la propia Universidad (de la que llego a ser Vicerrector).
Manuel Ávila Camacho era su decidido protector, aunque el joven abogado cultivaba relaciones estrechas en el mundo oficial de la entidad. A los 32 años cuando se preparaba la legislatura del gobierno de Ávila Camacho, fue postulado candidato a una de las diputaciones de su estado, precisamente la que encabezaba su natal ciudad Serdán.
Testigos presenciales de las tormentas camelares del “avilacamachismo”, en las que subsistía el espíritu bronco de los Revolucionarios. Gustavo Díaz Ordaz representaba en su curul a la nueva generación de legisladores, los profesionales, abógalos en su mayoría, los que se encargaran de dar sustento legal a los impulsos de un movimiento social todavía ascendente.
Eran los últimos años del México-Romántico, en el que los políticos se exhibían en teatros y espectáculos públicos y no tenían recato en la disipación. Gustavo Díaz Ordaz senador, trababa amistad con jóvenes políticos de la época, entre ellos una entrañable con Adolfo López Mateos y con Alfredo del Mazo, con quienes se le vería lo mismo en fiestas que en celebraciones y en las batallas de la tribuna. Durante su gestión viajo a Lima, Buenos Aires y San Francisco, en representación de México a diversas reuniones internacionales en las que estaba interesado el presidente Miguel Alemán.
En noviembre de 1963 fue postulado candidato a la Presidencia de la República por el PRI y el 8 de septiembre de 1964 el Congreso de la Unión la declaró Presidente electo para el periodo de 1964-1970.
El 15 de julio de 1979 falleció en la ciudad de México.
Trayectoria
• | Funcionario en el Consejo de Conciliación Arbitraje |
• | Secretario de Gobernación |
• | Presidente del supremo Tribunal de Justicia |
• | Primer embajador de México en España |
• | Presidente de México |
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